El torneo de NCAA no nos podría enseñar de mejor manera el principio antes mencionado.
Todos los equipos que fueron dominantes al principio de la temporada fueron despachados por los “underdogs” o equipos subestimados. Con la excepción de los equipos de Kansas y Ohio State, que han demostrado excelente nivel de consistencia
Esta debacle de los equipos “top” nos lleva a cuestionar varios factores: ¿Faltó deseo por haber sido dominante durante la temporada? ¿Los equipos subestimados tomaron el reto más personal? ¿Cuál era el compromiso personal y colectivo de todos los equipos? ¿Liderazgo inter-atlético o técnico-táctico? ¿Preparación física y psicológica hacia el juego?
A este nivel deportivo, la preparación siempre está presente. El cuerpo técnico tiene el compromiso de preparar al personal para cualquier posible situación y como enfrentarla. Al menos en teoría y en practica simulada.
Los equipos de Butler, Arizona, VCU, UCONN, Florida, North Carolina, Richmond, y Florida State han sobrepasado las expectativas de los “expertos”. Contaron con una variable que elevó su nivel de juego, aunque no haya sido la misma para todos. Ese “factor x” los elevo individual y colectivamente “tumbando” a equipos catalogados como “superiores” y están encaminados hacia el “Elite Eight” del torneo de la NCAA.
Así mismo es en nuestra realidad, al menos bien parecida.
Todo entrenador trata de preparar a su equipo para cada posible escenario. Pasa horas contemplando que puede pasar y como resolverlo. Claro está, siempre está ese “factor x” que no pudimos cuantificar o observar y que al final termina siendo una diferencia en el juego.
Uno de estos factores con los que no podemos contar, aún viendo video de nosotros y del contrario, o haciendo “scouting”, es el compromiso reflexivo.
El compromiso reflexivo es el ímpetu que una persona o equipo imponga en cierta tarea. Después de pensar y reflexionar acerca de que tan importante significa el resultado del mismo.
Este principio te motiva, te consume, propulsa tus habilidades físicas y mentales a otro nivel y te transporta a un “universo perfecto”. Todo sale bien, cada tiro entra en la canasta, tu cuerpo se mueve con gracia y facilidad, estas de lleno en el juego.
Al preguntarte: ¿Que hace la diferencia en como un equipo empieza una temporada y termina con un cambio totalmente radical?
Si la preparación no es un factor, aún puede haber muchos factores, pero definitivamente uno de los más importantes y determinantes es el aspecto psicológico y este fenómeno. La habilidad que tenga el cuerpo técnico de llegar a las entrañas de sus jugadores y crear adaptaciones agudas a su juego. De crear compromiso con el juego, con su institución, con sus compañeros, con su “marca personal”. Una de las maneras de lograr esto es creando y enseñado a tus jugadores el compromiso reflexivo.
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