Consistencia y “plan B”

¡Saludos!

Una de las características que más debe resaltar en un atleta o equipo es la consistencia. Consistencia en mi diccionario lo defino como la capacidad de hacer las cosas de la misma manera. Creando un universo planificado y  haciendo los logros más obtenibles.

El entrenador enseña los pormenores del deporte y como alcanzar la excelencia en cada uno de ellos. El trabajo del atleta es ser consistente con esas enseñanzas o hacerlo como pueda pero consiguiendo el resultado de éxito.

La consistencia es mucho más fácil exigirla que obtenerla. Requiere de mucha madurez, disciplina, planificación y practica estratégica.

Soy fiel fanático de la consistencia, creo en ella, y trato de enseñar a mis jugadores el mismo principio y como alcanzarlo. Sin embargo, esta nueva etapa de padre me ha enseñado que la consistencia no siempre es una realidad. No importa cuánto lo pienses, cuánto planifiques, siempre habrá un factor externo que te obligará a tomar una ruta alterna o un “plan b”.  

El plan b es simplemente otra manera de llegar a la misma meta. Muchas veces nos toma más tiempo o más trabajo, a muchas personas les causa tensión, o cualquier otra reacción adversa. Simplemente por el hecho de que es una situación que no contemplaban y les cambia su “universo perfecto”.

Definitivamente el universo no es, ni será perfecto, pero al planificar y estudiar cuidadosamente cada  situación o escenario posible, es alcanzable una planificación del “plan B”.

Grandes entrenadores como: Mike Kryzewski, Roy Williams, Stu Vetter, Mike Jones, comparten esta característica. Todos ellos pasan horas imaginando posibles escenarios y creando diagramas para responder a cada uno de ellos. No tan solo los visualizan, sino que los ponen en práctica en su diario. Con el propósito de que al presentarse, ya tienen una respuesta inmediata y sea una situación corriente, en vez de una inesperada.

¿Cuánto tiempo tomas para planificar tu arte? ¿Estudiaste cada posible escenario y planificaste respuestas para ellos?

Planificación es la clave. Jugadores y equipos positivamente consistentes, tienen una mayor posibilidad de alcanzar éxitos y victorias.